Origen y significación de la escena de Jesús y la Samaritana
La secuencia evangélica de la Samaritana poco tiene que ver con la pasión de Cristo que memoramos durante los días de Semana Santa. El apóstol Juan es el único que la refiere en su Evangelio. Jesús, después de abandonar Judea, camino de Galilea atraviesa Samaria. Cerca de la ciudad de Sicar (Siquem), cansado del camino, se detiene en el pozo que Jacob había dado a su hijo José, mientras los discípulos han ido a buscar comida a la ciudad. Allí, en brocal del pozo se produce el encuentro de Jesús con una mujer de Samaria a la que le pide agua y sorprende con sus palabras, descubriéndola en la vida disoluta que llevaba y revelándole la grandeza del agua que Él ofrece:<< el que bebe del agua que yo le dé no tendrá sed jamás; más aún, el agua que yo le daré será el manantial que salta hasta la vida eterna>>. La significación de este hecho parece estar en relación con <
Extraña la manifestación de este suceso bíblico en la Semana Santa de Totana a la que la Hermandad de la Samaritana se incorporó, probablemente en el siglo XIX. Al preguntarnos sobre el porqué de esta escena en los desfiles pasionales, recurrimos a varios argumentos para justificar su presencia.
Por un lado, es posible entenderlo por la cercanía del pasaje a la celebración de la Pasión y la similitud que desde época paleocristiana se estableció de la Samaritana con la mujer adúltera, como también que en algunas representaciones de este suceso, Cristo aparece portando la cruz en referencia a la entrega toral que se produce durante los días de su Pasión y Muerte.
Por otra parte, esta escena recoge, además una llamada a los creyentes a difundir la grandeza que ofrece el Evangelio. Cristo, con una mano en el pecho, corrobora sus palabras y se anuncia como el único capaz de saciar el espíritu del hombre , pero a la vez convoca, a través de la Samaritana, a proclamar, a extender y a hacer partícipes a todos de su mensaje; de ahí también la llamada a anunciar se Muerte y Resurrección, momento clave en la historia de la Salvación y que se vivifica de un modo especial en la Semana de pasión.
Una tercera vía de justificación se pone de manifiesto algunas claves que nos pueden ayudar a comprender la significación y presencia de esta escena en los desfiles procesionales. Su autor, sitúa el origen procesional de la Samaritana en la ciudad de Cartagena, vinculada a la cofradía California que en el siglo XXVII había encargado a Francisco Salzillo una imagen de esta mujer para los desfiles procesionales. En el mencionado articulo se señala que en tanto que uno de los objetivos de esta cofradía era <
Con mayor o menor peso, estos podrían ser, sin renunciar a otros que más acertadamente establezcan una mejor vía de compresión, algunos de los argumentos con los que justificar la presencia de la hermandad de la Samaritana en los desfiles procesionales.